El Mediterráneo Americano
Las costas que se hallan dentro del radio de acción de la ciudad de Los Ángeles conforman una extraordinaria panorámica que mira al azul del Pacífico, lejos de los trillados destinos de Hollywood o Disneylandia.
Permítanos guiarlo a descubrir los mejores secretos que aguardan al viajero experimentado para que pueda disfrutar plenamente de este Los Ángeles diferente, a la vez cercano y apartado, de la fascinante metrópolis de la Gran Naranja.
Aquí se vive un clima y atmósfera sin igual, con múltiples atractivos de índole cultural, vacacional de playa, así como sofisticados ambientes comerciales y de esparcimiento.
Por su belleza, estilo de vida relajado y variedad, esta costa californiana rivaliza con las costas del Mar Mediterráneo, pero con la ventaja de ser un destino mucho más cercano y accesible para nosotros.
Un larga franja marina, con todo un elenco de escalas aún por descubrir
Este espectacular litoral, de cerca de 250 kilómetros, se caracteriza por su gran belleza y diversidad que comprende franjas de gran atractivo natural, así como una larga cadena de pequeñas villas entretejidas con ciudades que se ubican en el perímetro de la megaurbe californiana.
En todas ellas encontramos un amplio y ameno menú de opciones para pasear y divertirse junto al mar, hacer compras, practicar deportes, relajarnos frente a una buena mesa, así como deleitarnos con la vida artística y cultural de esta franja famosa en el mundo entero.
Cada uno de los puntos del mapa pueden visitarse en automóvil o transporte urbano –en salidas de ida y vuelta partiendo desde el centro de la ciudad–, que pueden realizarse dentro de una misma jornada.
PUERTOS AÉREOS
• Existen 3 aeropuertos internacionales en la ciudad de Los Ángeles con conexiones desde México:
LAX, el más grande y cercano al centro de la ciudad.
El John Wayne Airport en la zona sur de Orange County.
El de Burbank, en la parte noroeste de la ciudad.
• Asimismo la ciudad de Santa Bárbara cuenta con un aeropuerto municipal con servicio de vuelos nacionales.
1 Dana Point / Laguna Beach
El arte de vivir frente al mar
Dana Point es el punto más al sur del Mediterráneo Americano, en su versión Los Ángeles, y colinda con las otras comarcas que se ubican ya más dentro del área de influencia de San Diego. Es una zona afluente y relajada con una extensa marina rodeada de prados y jardines para paseos muy agradables.
Partiendo de ahí lo usual es dirigirse al norte a la muy cercana villa de Laguna Beach, un lugar muy renombrado como sede de una amplia y rica comunidad de artistas, que se asentaron ahí desde los años 30, contribuyendo a darle notoriedad y un toque especial, a la vez casual y de buen gusto.
Laguna es una villa llena de calles arboladas que invitan a recorrerlas descansadamente. Su arquitectura está salpicada de edificios y acentos de origen colonial, así como de las típicas casas de madera con una varieda paleta de colores, techos de dos aguas y terrazas al exterior
Las casas suelen ser pequeñas (de hecho aquí se ubica la segunda iglesia más pequeña del mundo) y de un típico estilo “playero” caracterizado por el uso de madera, aplanados coloniales y una variada paleta de colores.
Sus calles invitan a caminar y deambular entre su gran número de restaurantes, cafés, galerías y tiendas de todo tipo.
Destaca la galería de arte fotográfico del National Geographic, donde se puede admirar o adquirir obras originales con el sello fotográfico de la casa.
Laguna Beach es el centro de un largo corredor que se extiende sobre la costa. Hacia el sur, en el camino a Dana Point, existen grandes parques públicos que dan a la playa, como Treasure Island, en donde se puede disfrutar de agradables caminatas frente al mar o hacer una escala para un picnic espectacular.
QUÉ HACER
• Visitar la villa de Dana Point con su zona residencial, miradores y área de tiendas, restaurantes y bares.
•Abordar el famoso velero Brig Pilgrim y, con suerte, navegar en él en días especiales.
• Iniciar el recorrido del Mediterráneo Americano dirigiéndose hacia el norte para disfrutar las evocadoras visitas de la costa californiana.
• En Laguna Beach, dedicar tiempo para deambular por sus calles del centro plenas de galerías, comercios y lugares donde comer en animadas terrazas abiertas.
2 Laguna Beach / Costa del Mar
Iniciando la travesía de costas y lugares
Si se quiere cambiar de ambiente, a solo 5 minutos puede uno estar en un ambiente del oeste, dentro de los campos de The Ranch, con su frondoso club de golf, rodeado de colinas. De regreso en la costera se puede o pasar al hotel Montague para conocer este lugar de gran lujo, con un menú de refinados restaurantes abiertos al público.
Durante el verano en Laguna se celebra el Pageant of the Masters que atrae a cerca de un millón de visitantes a esta comunidad de apenas unos 10 mil residentes. El Pageant es una recreación con personas ataviadas que reproducen pinturas de artistas famosos del periodo clásico hasta el contemporáneo.
Este festival se ha presentado en forma continua desde los años 30’s y es una nota que refleja la inspiración bohemia que distingue a esta pintoresca localidad.
QUÉ HACER
• En Laguna puede uno centrarse en las atractivas calles de la villa, o bien combinar la estancia con recorridos por las costas de contornos rocosos y rasgados, que aún ofrecen ejemplos de una naturaleza prístina y bien preservada, en donde los atardeceres se marcan con tonos inesperados.
• Durante la ruta se pueden hacer escalas en parques recreativos como Treasure Island, visitar resorts gran turismo como el club de golf de Dan Brown o el Hotel Montague.
• Otro atractivo es descubrir playas escondidas como las de Corona del Mar, en donde también existe un espléndido mirador para apreciar las playas de Newport Beach.
3 Newport Beach / Costa del Mar
natural y exclusivo
A sólo 15 minutos al norte de Laguna arribamos a Newport Beach: una ciudad cosmopolita con avenidas transitadas por autos emblemáticos como Ferrari o Aston Martin. En su parte alta sobresale el Fashion Mall: un glamoroso escaparate donde se despliegan marcas e íconos de gran lujo y que es a la vez un centro de esparcimiento, con jardines y andadores al aire libre situados en su logrado diseño de espacios abiertos.
Sin embargo, el corazón náutico de Newport se centra en la isla de Balboa, a la cual se puede llegar por tierra, tomando el acceso correspondiente a la carretera costera o por mar, mediante el servicio de pequeños transbordadores que cruzan el estrecho de agua proveniente del océano.
Ya en la isla se vive el clásico estilo de vida relajado y californiano. En su centro se levanta una pequeña feria con rueda de la fortuna rodeada por el área de juegos. De esta zona parte su muelle peatonal de madera así como amplias calzadas bañadas por la brisa del mar.
Para tener un panorama completo de la isla hay que continuar hasta el extremo sur de la franja de tierra, donde el canal de navegación se une con el mar abierto. Este punto forma un excelente mirador para ver pasar un variado desfile de embarcaciones que van desde tablas y lanchas de remo hasta grandes yates.
Este lugar apartado se caracteriza por la gran extensión recubierta con la suave arena de sus playas, donde la gente se broncea, camina, o hace jogging, mientras los surfeadores se deslizan a un lado de las rocas y rompientes.
QUÉ HACER
• Newport esta dividido en dos grandes zonas y ambientes. La parte superior, que es el acceso natural, está caracterizado por un moderno entorno urbano. Aquí el destino más reconocido es el Fashion Mall, uno de los mejores y más exclusivos centros comerciales del sur de California.
• Para tocar el mar hay que descender desde este punto hacia la Isla de Balboa, que tiene un carácter y sabor más náutico y casual. Este destino es uno de los preferidos por los amantes de un distintivo nivel de vida en las costas californianas.
• La isla de Balboa presenta un abanico de opciones. La forma más divertida de llegar es tomar el ferry para dejar tierra firme, aunque también puede hacerse por la vía costera.
• El centro de la villa reúne atractivos restaurantes, parques y andadores, así como muelles de troncos de madera que semejan rampas suspendidas sobre el pleamar.
• En el extremo sur se puede disfrutar de la desembocadura del canal o de la muy extensa franja de arena, que entre semana suele estar vacía y tranquila para una experiencia gratamente personal y refrescante.
• A su vez las calles de Balboa congregan una atractiva variedad de pequeños comercios que invitan a curiosear.
4 Long Beach / Queen Mary
para navegar en el tiempo
La atracción más emblemática de Long Beach es el polo marcado por el Queen Elizabeth. Este barco es quizás el último sobreviviente de la época dorada de los grandes cruceros que navegaban regularmente uniendo América y Europa.
En donde está anclado el célebre trasatlántico, también se exhibe un submarino soviético de gran escala procedente de los tiempos de la guerra fría.
Después de más de 60 años desde su construcción, el Queen Mary luce un excelente estado de conservación y aloja un amplio número de servicios como: hotel flotante, museo, escenario para bodas y eventos, junto con una gama de salones dedicados a interesantes temas y exposiciones. Entre ellas destaca la galería dedicada a mostrar la obra y trayectoria de Winston Churchill como pintor, y en la cual se revela la calidad de esta faceta poco conocida del famoso líder de Inglaterra, especialmente durante la II Guerra Mundial.
QUÉ HACER
• La visita al barco puede implicar una larga estadía si se desea abarcar todo lo que nos ofrece, además del indispensable tour de sus cuartos de máquinas, recámaras y puentes de mando.
• El Queen Mary alberga salones temáticos, como la galería de vestidos de Lady D.
• Un experiencia nostálgica es comer en sus grandes salones restaurante, acompañado de música de arpa en vivo.
• Igualmente memorable es quedarse hasta el anochecer y ver la ciudad iluminada, o bien hospedarse en sus habitaciones de época.
• Si hay tiempo suficiente, visitar el submario soviético. anclado a un costado del legendario trasatlántico.
5 San Pedro / Catalina Island
embarcándose en una extraordinaria excursión
La ciudad de San Pedro se encuentra en el los confines de la Península de Palos Verdes, localizada frente al gran puente que conecta Long Beach con esta apartada zona de Los Ángeles.
La ciudad vive bajo un ritmo apacible y no muy concurrido, sin embargo representa el corazón náutico de más relevancia y tradición de la ciudad.
Aquí coexiste una intrigante mezcla entre el gran poder industrial y la vida tranquila de la zona centro, los clubes de yates y veleo. También encierra alguna de las playas más tranquilas de Los Ángeles, la de Camarillo, acotada en sus extremos por altos peñascos rematados por residencias, así como por la planicie marina que fluye desde Long Beach hasta Newport.
San Pedro es también el punto de partida para navegar hacia la isla de Catalina, situada a cerca de 45 minutos en ferry. Además de destino turístico, la isla funciona como una vasta reserva natural donde se nos revela un espacio marino ideal para una salida sorprendente que nos transporta a un espacio único, que nos hace sentir como si estuviéramos a la mitad del Caribe, o de los remotos mares del Pacífico Sur.
QUÉ HACER
• Al cruzar el puente que conecta Long Beach con San Pedro es impactante recorrer el área de muelles y maniobras, con grúas gigantescas que sirven a barcos contenedores de gran escala.
• Junto al club de yates de San Pedro existe una playa apartada y acogedora, conectada con amplios diques y muelles de pescadores.
• San Pedro alberga grandes marinas, en donde las embarcaciones se pierden a la distancia.
• El acorazado US Iowa representa una requerida visita que nos transporta a los escenarios de combate de la II Guerra Miundial.
• Visitar la aldea japonesa, así como la aldea de Pescadores.
5 Catalina Island
el refrescante pequeño Hawaii de Los Ángeles
La isla de Catalina ocupa una vasta extensión territorial, sin embargo casi toda está restringida para el acceso de turistas y visitantes, ya que sirve a la vez como un importante santuario animal y natural.
Al llegar en el ferry de alta velocidad que nos conduce de San Pedro hasta ella, se puede ver una pequeña playa con algunos edificios de condominios distribuidos a manera de foro. Continuando se llega a Avalon, un pequeño puerto rodeado por un compacto y pintoresco caserío que se entremezcla con la flota de embarcaciones ancladas a sus moorings.
Al desembarcar los viajeros normalmente recorren esta típica y encantadora aldea, salpicada por coloridas tiendas, bares y restaurantes que el turista ansía para descansar y relajarse. También existen otras opciones interesantes y originales como paseos en submarino, salidas para avistamiento de ballenas, o cabalgatas en los senderos que se adentran en las áreas de preservación.
Si no se quiere aventurarse tan lejos, se puede, además de caminar, pasear cómodamente en tranvías y trenecitos típicos, así como en autos eléctricos, amigables con el ambiente casual que predomina en la isla.
En Avalon la vía que lleva tierra adentro pasa por el campo de golf y termina en la entrada a su apacible jardín botánico.
La otra ruta que parte de la aldea continúa un breve tramo hacia el norte, donde se alza el edifico cilíndrico de su casino, en el que no hay juegos de azar, sólo tours para conocerlo. De ahí es muy aconsejable el proseguir el paseo hasta su pequeña caleta ,en donde la playa adquiere un color casi caribeño, con aguas templadas en el verano, y en donde por una módica suma, se puede acceder a una área particular equipada con cómodos camastros y sombrillas, para pasar una deliciosa velada disfrutando del mar y la compañía de las muchas embarcaciones que ahí pasan el día.
En suma, Catalina es una isla encantadora que permite una estancia diferente en compañía de gaviotas, pelícanos y otras aves marinas que también disfrutan de su habitat incomparable, que de momento nos remite a los bellos parajes de las islas del Pacífico Sur.
QUÉ HACER
• Caminar por los andadores costeros de Avalon que conducen al casino y a la playa de Descanso Beach.
• Internarse en sus calles y proseguir el paseo que conduce al Club de Golf y el Jardín Botánico.
• Escoger una de las acogedoras terrazas de sus tantos bares y restaurantes, para convivir y disfrutar de un buen día.
• Tomar alguna de las muchas excursiones para pasear en barco, pescar, snorklear, cabalgar, hacer tirolesa, avistar ballenas, sondear el fondo del mar, etc.
• Soñar que no está uno frente a Los Ángeles, sino en alguna remota isla de los Mares del Sur.
6 / 7 San Pedro / Palos Verdes
una ruta escénica y señorial en los confines de Los Ángeles
Continuando nuestra visita, partiendo del muelle que conecta a San Pedro con Catalina Island nos adentramos de lleno en la península de Palos Verdes, una de las mejores comarcas naturales y residenciales de Los Ángeles, que bien conjugan con su perfil mediterráneo. El inicio de la carretera costera puede tomarse desde el extremo de San Pedro en donde encontramos un magnífico parque público caracterizado por dos atractivos principales. Uno de ellos se descubre en la parte superior de la colina que alberga el monumento del pueblo coreano a la ciudad de Los Ángeles.
Este consiste en una gran terraza en cuyo centro luce una hermosa pagoda de vivos colores y que alberga al centro un gigantesco gong, o campana de metal, que es un venerada tradición pública y espiritual en ese país.
De ahí la explanada desciende hacia el verdor de sus prados abiertos, rodeados de impactantes vistas panorámicas hacia el Pacifico.
Ya en la parte inferior se encuentra la sobresaliente casa faro de San Pedro, enmarcada por su arbolado parque que tiene mesas con bancas para almorzar o simplemente para sentarse a mirar al mar.
Continuando se puede adentrar en la zona residencial de Rolling Hills, que semeja una comarca hípica de Kentucky y es la zona residencial más cara de California.
De ahí procedemos hacia Palos Verdes en donde las casas se alternan armoniosamente con el ámbito natural. Un punto sobresaliente es el parque público de Point Saint Vincent, con su alto faro coronado en la cima de sus elevados riscos y vertiginosos precipicios.
QUÉ HACER
• Antes de dejar San Pedro conviene visitar el monumento de Corea, con su magnífica vista al mar.
• De este punto se puede descender y recorrer el parque de Point Fermin, donde está el faro de San Pedro.
• De ahí tomar la carretera 1 y la Palos Verdes Drive, para disfrutar de las magníficas zonas residenciales de Rolling Hills y Palos Verdes, en donde se vive una experiencia agradable, bordeada de lujosas residencias y excelentes vistas marinas.
• Detenidamente descubrir sus playas públicas y parques como Point Saint Vincent, antes de conectar con la costera urbana que arranca desde Redondo Beach hacia Malibú.
8 Marina del Rey
este relajado muelle es un pintoresco oasis náutico
Marina del Rey se encuentra en la parte central del Mediterráneo Americano ya que, junto con la hilera de playas que arranca desde Redondo Beach hasta Santa Mónica, es la más cercana al área medular de Los Ángeles.
Esta pequeña y cautivante marina colinda con los terrenos del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y sus densas zonas de condominios y oficinas. Sin embargo conforma un espacio apartado en donde se disfruta de una agradable calma, rodeados de su escenografía que asemeja una villa rústica de marineros. La visita se redondea con los concurridos restaurantes y bares que contagian el gusto de convivir en un ambiente portuario.
De aquí parten salidas en barcos para visitar la bahía y salidas al mar que permiten apreciar la larga costa de Los Ángeles.
QUÉ HACER
• Dejarse llevar mientras se pasea por su largo malecón amenizado por el ambiente de sus tiendas, bares y restaurantes, así como por la divertida compañía de focas y una variedad de aves marinas.
• Frecuentemente se puede escuchar música en vivo en sus andadores y terrazas.
9 Venice Beach
este relajado muelle es un pintoresco oasis náutico
Dentro de todo el corredor de playas que conforman el Mediterráneo Americano, ninguna tan famosa y visitada como Venice Beach. Su nombre veneciano proviene de algunos estrechos canales que se filtran para formar una especie de callejones naúticos y que aún se pueden observar en una visita detenida. Pero el gran imán que atrae a miles de visitantes semana con semana se ubica sobre la franja de playa y sus parques que dan al mar.
La suma de todos ellos forman un popurrí de actividades, performers y comercios que no se encuentran mas que aquí.
Generalmente hay que preveer tiempo para lograr estacionarse entre sus calles repletas de automóviles y visitantes.
Además en los últimos años Venice Beach se ha extendido no hacia el mar, sino al interior. Principalmente alrededor del boulevard de Abbott Kinney, que abarca cerca de una milla de extensión, se ha ubicado una larga pasarela de tiendas y restaurantes casuales y exclusivos que representan una muestra selecta de las últimas tendencias. En sus muros y fachadas es frecuente ver expresiones sofisticadas de graffiti y arte mural que le imprimen el sello en boga que siempre distingue a Venice.
QUÉ HACER
• En Venice Beach el menú es amplísimo. Aquí se reúnen comercios, artistas callejeros, bandas, ciclistas, patinadores, surfistas, paseantes con mascotas y un elenco impredecible de asiduos creativos y extravagantes.
• La nueva área de Venice Beach es muy buscada por quienes desean hacer un shopping centrado en lo inusual, así como en los estilos de moda en ropa, accesorios y mobiliario.
• Su abanico de lugares para comer o tomar algo es muy amplio, por lo que invita a visitarlo repetidamente para poder degustar la variedad y creatividad de sus menús.
10 / 11 Santa Mónica / Malibú
grandes espacios para el arte y la diversión
Santa Mónica y Malibú representan las últimas escalas de la ruta del Mediterráneo Americano que entran dentro del magno circuito costero de la ciudad de Los Ángeles. En Santa Mónica, lo más destacado es su larga playa, que aunque colinda con Venice Beach, presenta un ambiente más exclusivo y relajado con numerosas tiendas de artículos y marcas de lujo.
Sin embargo también Santa Mónica tiene un carácter más popular, sobretodo en su playa, y especialmente en su muelle tradicional que aloja una arcada de establecimientos y diversiones típicas que corona con su enorme rueda de la fortuna.
Finalmente el otro gran atractivo lo representa la Getty Villa, antigua mansión del célebre magnate que exhibe la colección de arte griego y romano más grande fuera de Europa. No debe confundirse con el cercano Getty Center, que se construyó años después, en las montañas de Santa Mónica y que tiene una de las más importantes colecciones de arte en el mundo.
Al salir del Getty, se recomienda continuar por la carretera de la costa hasta llegar al muelle de Malibú, una zona residencial amplia y dispersa, en la que muchas estrellas de la industria hollywoodense y del entretenimiento tienen sus residencias esparcidas a lo largo de las montañas que dan hacia el Pacífico.
QUÉ HACER
• En Santa Mónica lo tradicional es hacer surfing y deportes de playa, así como pasearse a pie, bici o modernos modos de transporte.
• Su largo muelle ofrece una feria de diversiones, así como su gran rueda de la fortuna.
• Al final de la franja costera de Santa Mónica, sobre una colina que mira al mar, se levanta la afamada Getty Villa. Ella es la sede que alberga la colección de arte griego y romano más importante en América.
• Continuar de ahí hacia Malibú, un condado favorito de los artistas del mundo del entretenimiento, e identificado por su tradicional muelle rústico de pescadores.
12 Santa Bárbara
una bella ciudad inspirada en las antiguas misiones
Aunque Santa Bárbara se encuentra fuera del perímetro de la ciudad de Los Ángeles, si representa la última escala del Mediterráneo Americano, ya que puede incluso visitarse en un mismo día, partiendo de la Gran Naranja.
Para llegar a ella podemos tomar el Ventura Freeway, o bien optar por la ruta escénica, que nos lleva a lo largo de toda la costa para admirar espacios abiertos y escasamente poblados, con magníficas panorámicas del océano. Si se quiere ir más rápido hay que tomar el Ventura freeway con dirección a San Francisco. Esta vía cruza a un lado de los Camarillo Outlets, un magno complejo de tiendas de marca y que es un de los mejores centros de su tipo en la costa de California.
Antes de llegar a Santa Bárbara se recomienda hacer una escala para recorrer Montecito: zona habitacional y de pequeñas boutiques vecinales, aún más exclusiva que la misma Santa Bárbara.
Una vez en Santa Bárbara encontramos todos los atractivos de una cuidada ciudad de carácter residencial con museos, playas, andadores, campos deportivos, muelle peatonal, así como tiendas y restaurantes de gran gusto.
QUÉ HACER
• Disfrutar la larga franja de su playa y andadores, al igual que pasear por su animado muelle de madera que se adentra en el mar.
• Visitar los sitios más emblemáticos, como la Misión de Santa Bárbara, el edicio de La Corte y la torre del mirador en la zona histórica del centro.
• Descubrir las importantes colecciones de sus prestigiados museos de arte y arquitectura.
• Pasar parte del día explorando su bello e interesante zoológico.
• Recorrer una amplia gama de tiendas, restaurantes, bares y cafés, que parten del núcleo de la calle principal.
• Extender la visita fuera de la villa para conocer los alrededores, dentro de los que destaca el espléndido campus de la universidad de UCLA / Santa Bárbara, con su incomparable emplazamiento frente a la playa.